
Traspasa la frontera de los sueños con las manos maquilladas de escarcha. A veces se toca levemente la espalda para comprobar que sus alas de hada-mariposa aún continúan instaladas en el hueco que se dibuja entre los homóplatos. Atrofiadas por la baja temperatura que se le ha instalado en el alma se han olvidado de cómo se emprende el vuelo. Ateridas por el temblor de los recuerdos no son capaces de recordar nada que no sea su voz al amanecer.
La mujer camina hacia ninguna parte buceando entre el hielo. Ya no tiene frío. Su pelo es agua congelada donde duerme la siesta la Estrella Polar. Sus ojos, dos pequeños diamantes negros que alguna vez tuvieron la capacidad de llorar. Alguna vez.
No quiere escribir triste. Porque no está triste. Pero sus dedos se enredan de nuevo en la languidez de la nostalgia por lo que nunca existió.
No quiere escribir de invierno. Porque no es invierno. Pero sus extremidades ya no responden y sus labios se han pintado de azul mar.
Cric, crac, cric, crac. Las hojas crujen bajo sus pies y todo es nieve. Nada.
Llegará el verano... Llegará el verano? Un polo de fresa, un cucurucho de naranja, un sorbete de limón. Fruta a bajo cero.
Lo mismo que su corazón helado.
RAY LAMONTAGNE/ HOLD YOU IN MY ARMS
Y ya... lo he hecho bien???