
Más allá de cuanto puedo recordar,
la lluvia ha estado cayendo.
Nubes de misterio siembran la confusión sobre la tierra.
La buena gente, a través del tiempo, tratando de encontrar el sol.
Y me pregunto, todavía me pregunto, quien detendrá la lluvia.
(...)
Y la lluvia sigue cayendo sobre mis oídos.
Y me pregunto, todavía me pregunto quien detendrá la lluvia.
... sigue lloviendo.
Miro desde mi ventana y compruebo que el cielo se ha vestido de gris, que yo voy vestida de gris, como si inconscientemente hubiese querido confundirme con este paisaje de primavera inusual y desesperada.
Imagino que allá arriba, más arriba del pentagrama por donde vuelan los pájaros y los cables de la luz, el aire frío y el aire caliente libran su peculiar lucha de teatro de títeres. Marionetas de trapo que deciden y ajustician remolinos de nada. Y fabrican nubes anchas y densas como las caderas de una madre de siete hijos.
Y se deshacen en lluvia que escupe sobre la tierra y se lleva por delante vidas y sueños. Veranos debajo de una higuera, viendo el mar desde la terraza del Molín del Puerto. Veranos que huelen a patatas fritas y cacahuetes a la sombra de las estrellas y viajes en un Panda blanco cantando Supertrouper a todo lo que daba nuestra garganta...
Supongo que el agua tiene sus motivos. Que el agua es como los sentimientos. Intentamos amurallarlos, contenerlos, encerrarlos en un pantano para cuando el corazón se quede seco y ya no tenga hambre.
Cambiamos el cauce del río del alma, evaporamos los lagos que habitan en nuestros ojos para que no hablen de tristeza ni de desencanto. Hundimos bajo tierra nuestros labios de besos equivocados para que nunca lleguen al océano. Torcemos los arroyos y los vericuetos de nuestras manos para que todo sea como nos gustaría que fuese...
Pero el mar es sabio. El mar nunca se equivoca. El mar siempre acaba reclamando lo que es suyo. Y entonces, todo se desborda, se anega, se inunda. Y el agua que durante tanto tiempo había estado contenida, explota entre nuestros dedos y nos hacemos de agua, somos solo agua. Regresamos al mar y somos solo mar.
Sigue lloviendo. A veces llueve incluso en días soleados, lo sé. Pero aún así no puedo evitar preguntarme quien detendrá la lluvia...
CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL/ WHO`LL STOP THE RAIN