lunes, 2 de febrero de 2009

EL MISMO AMOR, LA MISMA LLUVIA


Tal vez sea por culpa de la lluvia que no cesa. De la humedad que cala los huesos, de ese cielo gris que parece no querer dejar paso a una pequeña brizna de claridad. Tal vez.
Lo cierto es que hoy es uno de esos días en que me refugio en mí misma y me vuelvo huraña e impenetrable.
No tengo ganas de ver a nadie, ni de hablar con nadie. Me molesta el sonido del teléfono y me da pereza tener que decir un jovial buenos días... Tengo mi agenda repleta de mil cosas que hacer, de mil asuntos que resolver, llena de vidas que de algún modo dependen de mí y me pregunto a quién podría yo acudir para que solucionase mis propios asuntos, mi propia vida. De quién depende mi vida.
No he bajado al café, he preferido tomarlo sola en mi despacho mientras escucho una y otra vez esta canción. Me gusta torturarme? No lo sé. Probablemente...
Miro por la ventana y enciendo el enésimo cigarrillo de esta triste y lluviosa mañana. Las calles están llenas de paraguas de colores y sin embargo yo los veo todos grises. Grises las aceras, los edificios, los coches, los abrigos y las bufandas... Probablemente mi corazón sea de ese color.
Curiosamente hoy voy vestida de gris. Acabo de acordarme de ese maravilloso libro-cuento de Ende, MOMO... He pasado de ser Momo a ser un hombrecito gris? Una mujercita gris para ser más exactos?
Vuelve a sonar el teléfono y les pido que digan que estoy muy ocupada y que devolveré la llamada más tarde.
Porque ahora sólo quiero seguir aquí, en silencio, oyendo esta maldita lluvia que no deja de repiquetear en los cristales, escuchando de nuevo esta canción y observando la ciudad gris en la que habito. Sintiendo palpitar el corazón gris que me habita.
ANTONY AND THE JOHNSONS/ HOPE THERE´S SOMEONE




Espero que haya alguien que cuide de mi
cuando muera,
cuando me vaya.
Espero que haya alguien que libere mi corazón,
que le guste sostenerlo cuando esté cansado.
Hay un fantasma en el horizonte...
Cuando me vaya a la cama
¿cómo podré dormir al llegar la noche?
¿cómo descansará mi cabeza?
Estoy espantado del lugar que hay
justo entre la luz y ninguna parte.
No quiero ser el elegido
allí abandonado,
allí abandonado.
Hay un hombre en el horizonte
que desea que me acueste.
Si sucumbo a sus pies esta noche,
permitirá que descanse mi cableza.
Así que hay una esperanza de que no me asfixie,
o de que quede paralizado por la luz.
Y como un regalo caído del cielo,
no quiero irmeal final del horizonte.
Espero que haya alguien que cuide de mi cuando yo muera,
cuando yo parta.
Espero que haya alguien que libere mi corazón
y que me abrace,
cuando esté cansado…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola!!!!
Bienvenid@ a Navegando Hacia Shalott.
Puedes dejar aquí lo que quieras, lo que sientas, lo que te apetezca. Todo lo que se te ocurra y más...