sábado, 22 de agosto de 2009

DIA DE BODA


El sol lame con desidia las calles y el mar parece más azul que nunca.

Camino por ese muro que todos los días extraño, recién salida de la peluquería, manicura y depilación perfecta y me miro en cualquier escaparate y pienso que me ha crecido el pelo mientras mi melena roza la espalda que deja al aire la camiseta de tirantes que me he puesto para salir a mimarme un poco a mí misma...

Y llegará la tarde, y me pondré delante del espejo para borrar con maquillaje las huellas de una noche sin dormir y volveré a pintar en mi rostro la mejor de mis sonrisas.

Un vestido nuevo deslumbrante, sandalias de tacón y el bolso de fiesta que fue de mi abuela, y que atesoro como el más preciado de sus recuerdos.

Sonarán las campanas y no me quedará más remedio que rendirme a la tarea de besar a familiares y amigos, a muchos no los he visto en tanto tiempo... y seguiré sonriendo mientras busco entre la gente la silueta menuda de mi Lelo, que hoy casa a la última niña que llegó a mi familia, casi de rebote. Una niña que hoy es ya una mujer.

Mi abuelo sólo entraba a misa en las bodas de sus nietos y se colocaba en primera fila, serio y orgulloso, con su traje planchado a la perfección y su corbata negra en memoria de la mujer a la que amó toda su vida, el pelo cano peinado con agua de colonia y una flor en la solapa...

Tantas veces adiviné en sus ojos el brillo de una lágrima fugaz, tantas veces el ligero temblor de su mentón.

.- Lelo, ibas a llorar, eh? Que te ví, no lo niegues...

.- Calla Elenina y déjame en paz. Y tapa esa pechuga, no sé a dónde vas así que te vas a matar con esos tacones.

Eran nuestras pequeñas bromas, me encantaba picarlo y que se enfadase. Así tenía una disculpa para acariciarle el pelo y darle un beso...

Pero mi Lelo ya no está, en esta boda ya no.

Y lo seguiré buscando mientras cenamos, en la mesa presidencial como siempre fue, saliendo mil veces al baño por culpa de su próstata, o fumando la pequeña señorita que se permitía en días como este.

Sonará el vals. Y mil mariposas se instalarán en mi estómago, deseando una y otra vez tenerlo a mi lado para bromear con él, para contestarle que el contenido de mi vaso es sólo kas de limón, nunca llegó a entender del todo que las mujeres bebiésemos nada que no fuese café...

Y reiré y estaré estupenda, bailaré y daré palmas y me sumaré a los vivas a los novios.

Me convenceré a mí misma de que a pesar de todo, hoy es un día para ser y estar feliz.

Pero te echaré de menos, güelito...

TYLER HILTON/ MISSING YOU


12 comentarios:

  1. No tengo palabras que decir ante tanta sensibilidad y belleza.
    Seguro qeu estarás preciosa hoy para la fiesta.
    Te deseo un buen día junto con tu familia y amigos a pesar de que te quemen los recuerdos.




    S.

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  2. Muy entrañable, Elena. Eso resume todo lo que tú eres, todo lo que somos.

    Un abrazo

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  3. Me encantó particularmente esta entrada, Elena. En cierto modo, reivindicas con ella esa figura mágica de los abuelos, a día de hoy tan desfasada, por desgracia.

    Fueron nuestro primeros maestros, nuestros primeros amigos, y crecimos siempre sin soltar su mano ni un momento. Hoy, desafortunadamente, ya no hay sitio para ellos en el núcleo familiar de las grandes ciudades, a pesar de ser aún tan necesarios para el desarrollo de un niño.

    Besos con olor a naftalina (es un olor que siempre me recuerda a mi abuela Carmen).

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  4. Una vez más tocas las fibras de mi corazon y termino de leerte con lágrimas en los ojos, embriagada por una mezcla de tristeza,nostalgia y tambien alegría.¡Gracias!
    Besos.

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  5. Pura ternura en pocas palabras. Los abuelos siempre permanecen en nuestros recuerdos dice mucho a tu favor que lo recuerdes en un dia especial.
    Enhorabuena por tu espacio que seguire visitando sin duda y leyendo ya que no tuve oportunidad todavia de leer todas las entradas.
    Besos y felicitaciones desde Córdoba

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  6. Hola Santi.
    Gracias por tus buenos deseos, fue un bonito día, sí... a pesar de los recuerdos o tal vez gracias a ellos.
    Besos,

    Elena

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  7. Gracias Prometeo. Por pasarte por aquí y por dejar tu comentario, por estar en definitiva.
    Y sí, es lo que soy, es lo que somos...
    Besos para tí,

    Elena

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  8. Hola Onminayas.
    Yo pasé los primeros años de mi vida con mis abuelos maternos. Y han sido siempre, serán siempre los pilares y la guía de lo que soy, lo que he sido y probablemente lo que seré... Y nunca soltaré su mano.
    Me han gustado los besos con olor a naftalina.
    También me trae muchos recuerdos...
    Besos,

    Elena

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  9. Hola Carmen, gracias, como siempre.
    Me alegra que te gustase lo que escribí y sobre todo que te llegase al corazón...
    Te devuelvo los besos multiplicados por diez,

    Elena

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  10. Hola "anónim@". Córdoba... sabes que no he estado nunca? Me pilla un poco lejos, pero cualquier día me animo y allá me voy, tengo muchas ganas de conocer esa preciosa ciudad.
    Gracias por pasarte por mi blog y por dejar tu comentario...
    Un beso para tí también,


    Elena

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  11. Abuelo, no llores que pronto vendrá la luna, y bajara del cielo una estrella, alumbrando el camino y allí estará contigo la abuela
    Te esperara allí arriba en el cielo, y te dirá bajito te quiero, no quiero que me llores abuelo.


    Me hicistes recordar a esta canción de Andy y Lucas. Sigue trayendo tus recuerdos/vivencias de niña-mujer a tu blog `por favor..

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  12. Hola Navegante.
    Gracias y un saludo,


    Elena

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Hola!!!!
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