Soy especialmente friolera, pero es curiosa la sensación de frío con la que me he despertado hoy. Es cierto que las temperaturas son muy bajas y que aquí la humedad y el salitre calan hasta los huesos, y sobremanera a alguien con unos renqueantes huesos... como los mios.
Hoy es uno de esos días en los que piensas que sería mejor no haberte levantado, quedarte entre las sábanas calientes viendo pasar las horas con la placidez de un domingo.
Han pasado demasiadas cosas. Y por desgracia casi ninguna buena. Llevo todo el día con la sonrisa puesta y ahora mismo sólo quiero llorar hasta quedarme sin lágrimas. Necesito desatar este nudo que lleva todo el día quemándome la garganta. Me encantaría meterme en la cama y dormirme al instante, no pensar, sólo taparme hata la nariz y dormir un sueño plácido hasta que la mañana venga despertarme.
Como es habitual en mí llevo todo el día escuchando esta canción, que por supuesto he descargado en mi flamante móvil nuevo... que como es habitual en mí todavía no entiendo muy bien y que parece que sólo tiene el número de Piz en su agenda...
No sé si escucharla me hace sentir mejor o me pone más triste aún... Lo cierto es que sólo quiero llorar hasta que sienta que no me quedan lágrimas.
RODGER HODGSON/ LOVE IS A THOUSAND TIMES
Nunca he podido estar solo y llorar a gusto.
ResponderEliminarEn casi cuarenta años de vida no he tenido esa oportunidad. Quizás no la haya buscado con ahínco.
Siempre he llorado sin lágrimas y sólo para mí.
He descubierto que como a tí, me obsesionan ciertas canciones en determinados momentos, y soy capaz de escucharlas (casi siempre en el coche) docenas de veces seguidas. También, que si pongo ciertas emisoras o CDs, me entristezco al instante porque evoco imágenes tiernas y dulces de personas a las que he amado. Y ese tipo de melodías o de ritmos hacen brotar en mi mente esa melancolía extrema y sin lógica.
Beso de, ya empieza la primavera de verdad...