martes, 28 de julio de 2009

LA MUJER NUBE

Lo vió a través del espejo. El mismo que se había roto en mil pedazos cuando rompió el maleficio que la mantenía encerrada en su torre de hada buena y la obligó a partir en su barca, a comenzar un viaje iniciático sin retorno.

Había perdido las fuerzas, caminaba sin rumbo, el sol le arrancaba jirones de piel y sus labios eran un desierto yermo, un paisaje lunar, todo grietas y arena. El pelo se aplastaba contra su frente como un adhesivo sin coherencia, y sus pasos erráticos anunciaban que pronto se desplomaría, que ya no veía sino la luz de su propia sombra, jirones de memoria que volverían para acunarlo en sus brazos hechos de nostalgia y algodón…

Supo que él se moría porque ella estaba empezando a morirse, el pulso lento, la sangre espesa, sombras aún más negras bajo los ojos, mujer ojerosa, mujer hermosa.

Al verlo caer como una estatua herida, como un viejo edificio que se derrumba de puro cansancio y abandono, cuando tuvo la certeza de que aquel hombre se estaba abandonando a su suerte, decidió hacerlo.

Es mi vida lo único que puedo ofrecerte…

Y comenzó a licuarse.

Lentamente, sus pies se hicieron agua. Y sus piernas largas fueron derritiéndose. Sus muslos se hicieron nada, y el valle secreto donde se unían fue desapareciendo, las nalgas, el diminuto lago de su ombligo, las caderas y la cintura, su espalda siempre dolorida… Agua.

De sus manos comenzaron a brotar pequeñas gotas, y sus dedos se fueron deshaciendo como el hielo azul y gris que cubre los Polos. Después sus brazos, los que tantas veces lo abrazaron, los que bailaron danzas de caricias prendidos a su espalda, los que se aferraban a él en los naufragios del placer y del dolor.

Los labios se volvieron transparentes y los ojos se desintegraron bañados en lágrimas. La frente que tantas veces él le besó con veneración, la nariz siempre al abrigo de las sábanas a la hora de dormir, y por último su pelo, brida y estribo, caracola y cosquillas al despertar…

Entonces recordó el calor de su cuerpo, los latidos y los escalofríos compartidos, rememoró las noches de juegos y besos, y comenzó a elevarse.

Quiso ser nube y fue nube. Como aquellas de algodón que siempre le traían recuerdos de los días de feria y verbena, como las de color rosa y blanco que se comía en tardes de desazón y hambre infantil. Habló con el viento y le trazó con sus dedos de humo las coordenadas exactas del desierto donde agonizaba su amor y su amante. Y el viento la llevó suavemente, tal y como le había dicho, no es fácil ser vapor y mujer, niebla y carne, y jugó con ella y dibujó su silueta exacta para que él pudiese reconocerla.

Cuando llegó al lugar donde él agonizaba de soledad y abandono, comenzó a llover sobre el cuerpo que ya se confundía con las dunas y el horizonte. Primero un aguacero feroz, despiértate, camina, levántate por favor. No te rindas. Yo estoy aquí… siempre he estado aquí. Después una lluvia suave, resbalando sin miedo por los labios resecos, por los ojos cerrados, inundando su pelo y su corazón, besando los rincones inéditos de su geografía, explorando ávida con su lengua de agua, sigue, sigue, sigue…

Es mi vida lo único que puedo ofrecerte...

Y cuando él la miró sin verla, asombrado y un poco más vivo, cuando ella pudo por fin ver sus ojos y sentir en su piel líquida el calor de su mirada, supo que se había cumplido su destino, el mismo que se le había anunciado clarividente una noche cualquiera de verano. Las palabras proféticas que se habían escapado de su alma.

.- Sabes? Sé que serán tus ojos lo último que vea antes de morir…



ENYA/ ONLY TIME


13 comentarios:

  1. Erotismo,sensualidad y romanticismo.
    Ligera como una nube y húmeda como la lluvia.
    Rozando la perfeccion


    S.

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  2. Elenita escribes como Dios.
    Deja el trabajo de la toga y dedicate a ser escritora.
    Flipo contigo. Un besu

    Fer.

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  3. Hola Santi. Como siempre, gracias por dejar tus opiniones y sensaciones.

    Un saludo.

    Fer... sí, ahora dejo la toga. Tú quieres que me muera de hambre, eh?
    Además, lo dejaría sólo por el mundo de la varieté, los escenarios, la fama, ya me conoces, jaja.

    Besu pa tí y gracias por pasarte por aquí.

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  4. Siguiendo la estela de Elena (lady of Shalott) encuentro su bitácora personal y vital en este amable y coqueto blog.
    Leeré con gsto sus escritos y relatos.Nunca deje de navegar pues aunque Elena murio antes de llegar a su destino, Lancelot pudo verla y quedar prendado de su belleaza.

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  5. ¿Dar la vida por amor?¿Ofrecer la vida por amor?
    Bonita historia ésta de la mujer que se hace agua y luego
    nube para salvar a su amante de la muerte a cambio de su propia muerte.



    Amalia F

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  6. Hola Julio. Antes que nada, trátame de tú.
    Gracias por tus amables palabras y por seguir mi blog.
    Y por supuesto, nunca dejaré de navegar.
    Un saludo,

    Elena

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  7. Hola Amalia.
    Me alegro de que te haya gustado la historia.
    Son sólo cosas que se me ocurren a veces...
    Gracias por la visita y por el comentario.
    Un abrazo,

    Elena

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  8. Dar la vida por amor o dar la vida CON el amor.
    Díficil y noble empeño
    ¿Para cuando Los Colores del Amor?
    Espero y deseo te decidas a ponerlo por escrito.
    Como siempre un placer leerte.

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  9. Hola Carmen.
    Sí, es bonito eso de dar la vida CON el amor como tú dices.
    Me pondré con los colores un día de estos, a ver qué sale, es una idea bonita...

    Como siempre, un placer que estés por aquí,


    Elena

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  10. ¿De vacaciones? Echo de menos leerte Elena.


    S.

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  11. Hola Santi.
    No, todavía de vacaciones no (por desgracia, aunque ya queda menos). Llamémoslo problemas técnicos y un poquito de falta de ánimo para escribir...
    Muchas gracias por andar por aquí y dejar tus comentarios, y por echarme de menos, claro.

    Saludos,

    Elena

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  12. De navegante a navegante: me gusta lo que escribes.Me gustas. Una mujer que no quiere dejar de ser niña y una niña que se ha convertido en mujer. Interesante. TE seguiré de cerca.

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  13. Hola Navegante:

    Gracias por seguir mi blog y por dejar tu comentario.

    Un saludo,

    Elena

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Hola!!!!
Bienvenid@ a Navegando Hacia Shalott.
Puedes dejar aquí lo que quieras, lo que sientas, lo que te apetezca. Todo lo que se te ocurra y más...